Estaba paseando con mi mujer por las calles de Salobreña nada más salir de un concierto estupendo de la banda de aquélla localidad, cuando su móvil comenzó a sonar. Era mi cuñado Modesto, diciéndonos que nos pasásemos por el Pub Atlantis, que allí estaban. Como mi mujer sabía donde estaba el pub, allí nos dirigimos.